Déjate seducir por el mundo del vino
Déjate seducir por el mundo del vino
7 October, 2021
Jaime Nicolau
Querían disfrutar la experiencia pero también competir sin complejos en una competición que ha reunido a 30 países llegados de todos los rincones del mundo. Los cinco amigos valencianos que se hacen llamar Los Florindos, o ya más serios, Terroir a Ciegas se traen de Avignon una medalla de bronce que les sabe a gloria y con la cierran una experiencia que no olvidarán jamás. Hungría se llevó el oro y Bélgica la plata, pero el bronce sabe a gloria. Nos abrieron la puerta a echarles una mano una vez ganaron hace un par de semanas el Campeonato de España celebrado en Valencia y recogimos el guante. Les hemos acompañado, junto a Mercedes-Benz Valencia y Pablo Calatayud (también de Cave Vinum, Eclèctic Vins y Horizontal & Jurídico), en un apasionante viaje que nos han ido retransmitiendo paso a paso, día a día, con esa herramienta que tanto usamos ya en lo cotidiano como son los audios de whatsapp. Ayer fue el día con la espera más tensa.
El certamen se celebraba por la mañana y no tendríamos noticias hasta casi mediodía, sabiendo que era muy complicado ganar, pero confiando a ciegas en estos cinco amigos que sacrifican momentos de sus vidas en familia para entrenar meticulosamente cada viernes, en la Cervecería Erajoma de Valencia. Antes del viaje a Avignon nos colamos también en uno de sus últimos entrenamientos que emitimos el pasado viernes en “A Sorbos y Bocados”. Cada vez que llegaba una notificación al teléfono, esperábamos que fueran noticias suyas pero se hicieron esperar, como los grandes momentos merecen. Tres minutos antes de las 14.00 de la tarde volvió a sonar el móvil. Era Dani Monsonís, el coach del equipo. “Una emoticono de una medalla, terceros. Muy contentos”, señalaba el mensaje. Todavía no eran conscientes de lo logrado que entenderán más con el paso del tiempo.
El viaje a Avignon empezó el jueves. Quedamos temprano en Mercedes-Benz Valencia dónde recogerían el coche con el que harían el viaje a Avignon, una unidad del espectacular GLE SUV 300d 4Matic. Nervios, maletas y vino, mucho vino para los entrenamientos que tendrían que realizar en tierras francesas. 773 kilómetros por delante hacia un destino en el que cumplir un sueño. Cuando el cielo empezaba a oscurecer en Valencia recibimos el primer mensaje. El viaje había sido perfecto, sin prisa, sin contratiempos y disfrutando cada kilómetro. El alojamiento era una casa alquilada en el propio Avignon. Compraron algo para cenar en un supermercado y después a entrenar y descansar.
El segundo día se iniciaba con un poco de ocio, que a la vez también les iba a servir de entrenamiento. Visita a dos bodegas de la zona, para conocer los vinos locales. Las bodegas: Domaine La Janasse y Chateau Nerthe, ambas de la apelación Chateauneuf du Pape. Conexión con los vinos locales, como han hecho otras tantas veces en viajes para conocer zonas vitivinícolas del mundo. Por la tarde mismo ritual del primer día: a “su casa” de Avignon y a entrenar. Después a descansar bien para llegar frescos al Campeonato.
El tercer día amaneció con los nervios propios de lo que tenían por delante. Llegaron al evento dispuestos a hacer lo que hacen siempre. Los sentidos preparados para analizar cada vino que llegara ante ellos en una copa, sin ninguna otra información. De ella tenían que acertar la uva, la zona vitícola, el productor, e incluso la añada. Nada que no hagan cada viernes en la cervecería Erajoma de Valencia. Y ahí estuvieron grandiosos, compitiendo con profesionales del mundo del vino de 30 países, un grupo de amigos valencianos que no son profesionales de vino, pero lo aman con pasión. Comenzaron a publicarse los puntos, al más puro estilo Eurovisión. Y llegó el momento grande: !!!éramos bronce!!!!. Lo demás ya lo imaginan. Josep Gallego, Dani Monsonís, Juan Luis Vanrell, Felipe Pardo y David Carril no lo olvidarán jamás, ni tampoco Ramón Bonet, miembro del equipo en la conquista del Campeonato de España.
Cuando estas líneas lleguen a sus manos ellos estarán afrontando otros 773 kilómetros de regreso a casa. Eso decía su último whatshapp: “en una hora salimos para Valencia”. En el viaje de ida olvidaron la distancia gracias a la ilusión. El de vuelta se les hará corto pues vienen cargados de satisfacción y felicidad. Mañana volverán a sus trabajos. Unos cracks!
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