Canyes: Una bomba de paella valenciana… con pato y caracoles

En estas fechas en las que parece que lo establecido es el marisco y el cordero, e incluso el cochinillo, y el cocido al día siguiente del gran banquete para ayudar a componer el descompuesto cuerpo, nosotros vamos a arrimar el ascua voluntariamente a nuestra sardina.

Estamos en Pinedo, a las puertas del Parque Natural de La Albufera. Tierra de grandes guisos con la anguila como protagonista, pero también de arroces llegados de los arrozales próximos. Miramos de frente las puertas de un restaurante por el que, como nos ocurrió a nosotros, habrán pasado cientos de veces sin reparar en lo que realmente es, una excelente casa de comidas de las de toda la vida. Porque sólo así se puede llegar a entender que uno pueda descubrir uno de los mejores arroces que ha comido en los últimos años sin que cada comensal sobrepase los 20 euros, ni mucho menos.

Canyes Restaurant se ubica en la carretera que atraviesa Pinedo desde la V30 en dirección a El Saler. A su derecha verán con facilidad un local adornado con cerámica valenciana alusiva a las tierras en las que se enmarca. Cuanto atraviesen la puerta verán un local decorado con los mismos motivos, con esmero, pulcro y sin grandes alardes. Que muchas veces olvidamos que vamos a comer, que lo demás es un añadido y hay días para todo, pero también para comer bien tranquilamente y sin grandes alardes.

Trabajan con dos menús, uno de 18 euros y otro de 25. Hemos probado el de 18 y no les defraudará. Dos entrantes a elegir entre calamares, esgarraet, tortilla de blanquet, tomate valenciano con ventresca… De segundo 5 arroces, tres secos y dos melosos. Entre los primeros Paella Valenciana, Arroz del Senyoret y Arroz Negro.  De los segundos el de La Abuela, con pollo, pato y conejo o de nécoras y galeras.

Los entrantes más que correctos. Y aquí es dónde llegó la tremenda sorpresa. Una paella valenciana en toda regla, sumando a los ingredientes habituales el pato, para algo estamos en La Albufera, y los caracoles. Si a eso le añaden que el pollo es de corral, pues partimos de una base que garantiza un buen resultado. Y a fé que lo es. Uno de los arroces más logrados, en su punto exacto de cocción, de los que hemos probado en la ciudad de Valencia. Una fina capa de arroz, como mandan los cánones y nos gusta a los valencianos. Y créanme que da gusto encontrar una casa de comidas en las que se dignifique de manera tan profesional un plato muchas veces denostado por los propios valencianos. Pero que no traicionen sus principios ni en una paella de menú, utilizando el pato como elemento diferenciador de la gastronomía del Parque Natural, me parece difícil de encontrar y un hallazgo.

Les Canyes está rodeado de un buen puñado de restaurantes de mucho renombre en los que no se falla, pero no duden en probarlo. También hablan de unos almuerzos de espectáculo, así que habrá que repetir visita.

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