Déjate seducir por el mundo del vino
Déjate seducir por el mundo del vino
4 mayo, 2023
Pedro G. Mocholí
De los barrios marineros de València, El Grao, el Canyamelar y El Cabanyal viven con mucha pasión la Semana Santa.
Siendo yo un niño, recuerdo que acompañaba a mi abuelo Pere al Bar El Pollastre, muy conocido en este barrio en la década de los años 70. Ramonet era muy amigo de mi abuelo y solíamos pasar buena parte de la mañana allí. Eran típicas sus patatas bravas y algunos productos, y a la hora del aperitivo el local se llenaba hasta lo infinito. Por la tarde, y durante la procesión el agobio era constante, hasta que por la noche cerraban extenuados.
De esa tradición de ir con mi querido abuelo, hace más de diez años que todos los Viernes Santos reservo por la noche una mesa en Casa Montaña. Primero realizamos un recorrido por el barrio viendo las procesiones y finalizamos la visita cenando allí.
Hace años que Emiliano García ha traspasado los galones a su hijo Alejandro y la verdad es que, tanto la oferta gastronómica como la dirección, no ha mermado un ápice de la que vivíamos con su padre. Por lo que hay felicitarles, porque en muchas ocasiones los traspasos familiares acaban como un largo trago de aceite de ricino.
Tengo que reconocer que en mi faceta de previsor no me gana mucha gente, pues yo reservo esta mesa a principio de año. Y lo que empezó siendo una pequeña mesa de cuatro 0 cinco amigos se ha convertido en una mesa ‘banquete’ donde nos damos cita diez comensales, lo ideal para estar un poco apretados, pero no agobiados.
La oferta de Casa Montaña se mantiene en núcleo clásico, sus anchoas, las patatas bravas, las habas (michirones) cocidas, las croquetas de bacalao o el ajoarriero no faltan nunca, y hay que agradecer que estas propuestas se mantengan, así no nos tenemos que preocupar por la abstinencia.
No perdonamos las sardinas escabechadas, con un escabeche muy refinado y agradable. Equilibrados todos sus ingredientes: vinagre, aceite, cebolla y especies. Hay que aplaudir la incorporación del pepito de tonyina, un bocado exquisito y que me recuerda al que hacía mi madre. En el interior del pan se incorpora titaina, un guiso que se sirve frío, y entre sus ingredientes encontramos: tomate, pimiento, piñones y tonyina de sorra. Se hace el guiso y se deja enfriar. Después, con un pan blanco (se suele utilizar el llamado ‘de leche’), se rellena su interior y se reboza con la clara de huevo. Por último, se fríe. Y les recomiendo que lo pidan porque les va a parecer gulesco.
Tampoco perdonamos los boquerones fritos; Provienen de la Bahía de Castellón y la precisión con la que son rebozados alcanza la perfección. Nada aceitosos y con una textura crujiente suave. Tal es la exactitud con la que son fritos que nos comemos hasta las espinas centrales y resultan primorosas.
Y, para finalizar, un calamar de la playa de València a la plancha con una pincelada de Aceite de Oliva Virgen Extra.
Su bodega posee fama, y no le falta razón. Este año los amantes del blanco disfrutaron con Quinta Apolonia 2022, un vino de Belondrade & Lurton elaborado en La Seca (Valladolid) con la variedad verdejo; los amantes del tinto, se decantaron por un vino de la familia Palacios: Pétalos del Bierzo, elaborado con Mencía.
De los postres, nunca perdono su tocino de cielo con mermelada de tomate, al igual que sus trufas o su pastel ruso, muy típico en Barbastro y que Emiliano ya lo hacía traer de esa localidad situada en el Somontano aragonés.
La verdad es que la visita a Casa Montaña, al Barrio de El Cabanyal tiene un significado muy especial para mí. Primero porque me recuerda mucho a mi abuelo Pere y aquellos viajes interminables en la línea 2 de los autobuses; y, en segundo lugar, mantener una tradición que se remonta a varios años de visitar el barrio durante la Semana Santa. Y yo reconozco que no soy mucho de romper tradiciones, por lo que el año próximo volveremos.
Casa Montaña. C/ José Benlliure, 69. Tel.: 963 672 314. València.
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Un comentario en
De la bodega que yo conocí hace 50 años era del barrio para el barrio, hoy es una bodega-turista elitista llena de turistas y que algunos no nos podemos permitir