Celler del Roure: lo bueno, lo de toda la vida, lo de Safrà, Parotet y Cullerot

Paula Díaz

Celler del Roure es una de las firmas que más ha hecho por poner en valor la calidad de los vinos valencianos. Así lo plasman sus vinos Safrà, Parotet y Cullerot. Dar vida a la mandó es darle potencial a una variedad en peligro de extinción. La bodega apuesta por esta uva para que no desaparezca y obtenga el valor que merece. 

Entre los vinos antiguos, se encuentra Safrà, un tinto que nace de las variedades mandó y arcos. La crianza en tinaja de barro, durante 6 meses, da como resultado este tinto fluido y vivo que refleja a la perfección la esencia del territorio y paisaje en el que se ubica la bodega de Terres dels Alforins. 

Parotet también es un vino antiguo. Es un tinto criado durante 10 meses en viejas tinajas de barro, con la mezcla de las variedades arcos y mandó. Este tinto significa apostar por el patrimonio y por las variedades tradicionales.

A los vinos antiguos se suma Cullerot, un blanco criado en tinajas de barro durante 6 meses, con las variedades Pedro Ximénez, macabeo, verdil, merseguera, malvasía y chardonnay. Este vino es otro resultado de un viaje al pasado, por sus elaboraciones y técnicas más tradicionales, que dotan a este vino de una personalidad única. 

Indudablemente, Safrà, Parotet y Cullerot dignifican la historia y memoria de la bodega y su territorio. Para Celler del Roure es un auténtico privilegio poder seguir haciendo las cosas como se han hecho toda la vida. Porque lo bueno no debería cambiar nunca. 

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