Bodegas Volver: descorchando la pasión para viajar de un sorbo al mediterráneo

Mar Lafuente

Alicante es uno de los destinos preferidos para disfrutar del verano. Y no nos extraña. El sol alicantino, sus espectaculares playas combinadas con el paisaje de montaña, el buen ambiente, su tradicional gastronomía y la gran riqueza enológica de la que goza la provincia, se han convertido en los ingredientes clave de una mezcla perfecta para pasar este agosto. Nosotros le ponemos la guinda del pastel proponiéndote para este verano dos de referencias que nacen en la provincia, en el territorio de la Denominación de Origen Protegida Alicante: Tarima Mediterráneo y Tarima Rosado, dos vinos muy mediterráneos y refrescantes que elaboran en Bodegas Volver.

Hace 17 años vió por primera vez la luz Bodegas Volver, un proyecto que nació del enólogo Rafael Cañizares, ya que la tradición de la viticultura estaba presente en su familia que, con él, son ya cuatro generaciones vinculadas a la viña y al vino. Una bodega que asienta sus bases en tres pilares fundamentales: la cultura, como conocedor del vino y de los viñedos, la tradición, por la manera de elaborar los vinos durante generaciones manteniendo el mismo tipo de elaboración, y pasión, el ingrediente más importante para elaborar un vino con un sello muy personal.

A estas tres habría que añadirles la recuperación de viejos viñedos de variedades autóctonas que se estaban perdiendo. Tarima Mediterráneo y Tarima Rosado son dos vinos elaborados siguiendo la filosofía de la bodega, con uvas autóctonas.

Tarima Mediterráneo es un coupage elaborado con Merseguera y Moscatel, una de las uvas que más predominan en las tierras alicantinas. Los viñedos de Moscatel están situados entre la Sierra de Salinas, Sierra de Umbría y Sierra de La Sima, a unos 600 y 750 metros de altitud, cepas viejas que fueron plantadas entre los años 1960 y 1970 en vaso. Para su elaboración, las uvas fermentan a baja temperatura para poder mantener el tono frutal de la propia uva, consiguiendo un vino muy aromático y agradable.

Color: amarillo pálido con reflejos acerados.

Aromas: florales propios de las variedades mediterráneas. En nariz ofrece flores blancas y frutas de hueso.

Boca: expresivo y equilibrado.

Por otro lado, Tarima Rosado es un vino muy diferente. Se trata de un rosado monovarietal 100% Monastrell, la variedad reina de Alicante. Los suelos donde nace esta uva son calizos con poca capacidad para retener el agua, cubiertos de piedras formando una tarima al pie de la montaña. Para su elaboración pasa unas horas de maceración y posteriormente fermenta en depósitos de acero inoxidable para mantener el tono frutal de la uva. Y, después, estabilizan en frío, lo filtran y lo embotellan.

Color: muy ligero y brillante, rosa pálido.

Aroma: nariz potente, fruta confitada, con notas cálidas típicas de la zona mediterránea.

Boca: fresco, sabroso y redondo.

Dos vinos muy diferentes, pero ambos refrescantes para este verano. Dos referencias que harán viajar al mediterráneo con tan solo un sorbo.

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