Nuria Cruelles: «La nariz te lleva a un mundo de fantasías»

5b.– ¿Quién es Nuria Cruelles?

Nuria Cruelles.– ¡Soy una nariz!  He crecido sumergida en un mundo donde todo me parece cobrar más sentido a través del olfato. Desde mi niñez mi vida ha sido los jardines de mi abuela donde ella solía plantar preciosos geranios, sensuales rosas y delicado jazmín, una flor que exhala su fragancia embriagadora al caer la noche, envuelta de una narcótica y cautivadora aura. En los días de primavera cuando las flores desprenden el máximo olor como la efímera aparición de un genio saliendo de su lámpara, me transporta a destinos exóticos e imaginarios, nuevos mundos se abren a la inhalación de aquel espectáculo de sensaciones olfativas. Hoy en día el más mínimo rastro de una esencia que ya he olido me devuelve a esos recuerdos donde siempre me acompañaran como huella en mi memoria. Huelo todo y a todo lo que se me cruza en mi camino sin ser consciente de mi acto, mi nariz sigue leyendo la partitura escrita en el aire como música para los oídos.

5b.– ¿Entonces vives de manera eternamente esclava de tu olfato?

N.C.– Cuando un olor capta mi atención soy esclava de sus lujurias algunas evocan un irresistible atractivo difícil de pasar desapercibido. Es tanta la pasión por dejarme llevar por este sentido que quise que mi profesión un día llegase a ser la de descifrar el misterioso código que se esconde detrás de este lenguaje de moléculas. Sueño cumplido, soy Perfumista. Licenciada en Químicas, Master en Sommelier y profesora en la Universidad de ELISAVA con más de 10 años en el sector de la perfumería, he trabajado alrededor de Europa y Oriente Medio para las grandes marcas, viviendo con anhelo de aprender cada día más, soy sumisa a lo que me aporta la experiencia en cada una de mis nuevas creaciones.

5b.– ¿Y cómo se te ocurre fusionar el mundo del vino con los perfumes?

N.C.– La enología y la perfumería son dos disciplinas que están muy relacionadas y a la vez son grandes desconocidas la una de la otra. Quería llevar al público a mi mundo de fantasías no tangibles y que pudieran entender los vinos desde una perspectiva diferente. Para ello empiezo educando mi nariz en el sector de la enología, quiero saber más sobre este mundo tan cercano y a la vez tan lejos. Así empiezo mi Master de Sommelier en la ESHOB (Escuela Superior de Hostelería de Barcelona), quiero aprender a catar vinos, a saber de su expresión del terruño, su influencia en la climatología, de las infinitas variedades de uva, del proceso de su elaboración, de su crianza, en fin, de toda esa complejidad que queda reflejado a los gustosos caldos que se brindan en la mesa. Quiero llevarlo a mi campo, quiero captar todos sus secretos hasta el más mínimo detalle, inspirada y cautivada por todos sus susurros quiero transformarlo en perfume!

5b– ¿Como se obtienen los olores del vino?

N.C.– He dado mis mejores mimos a la vid. A la vid que me va a relatar todos sus secretos, sus particulares e inconfundibles aromas de la uva en el transcurso de su crecimiento en la viña. Apunto día tras día en mi diario toda su evolución. Y paralelamente analizo en el laboratorio sus moléculas aromáticas. Ella crece, se expone y  se expresa como un coctel de sensaciones.  Cada año en el mes de noviembre/diciembre cortaremos sus sarmientos, dejaré que descanse para poder verla brotar otra vez en verano, ver cómo se emparra cuando la dejamos y ver cómo la redirigimos hacia el sol en el despalillado. Sus pequeñas blancas flores de olor a flor de viña, darán parte a hermosos granos amarillos y morados, que con distintas personalidades, cada una de las variedades desempeñará un papel distinto en los Aromas Primarios: La Gewürztraminer con notas de pétalos de rosas, lichi y geranio.  Cabernet Sauvignon notas de pimienta negra, pimentón asado combinado con la narcótica y imponente nota de la trufa blanca. La Chardonnay de delicados aromas de melocotón blanco con recuerdos a plátano. La fermentación (el paso, en que los azúcares se transforman en alcohol) nos aportará los aromas secundarios: dinámicas moléculas con olor a golosinas, piruletas, frutos rojos, piña, manzana, fruta blanca, fresas… se harán dueñas de nuestra copa! En la crianza aparecen los aromas terciarios o Bouquet. En barricas de roble o en botella, sobre sus lías o bajo el velo flor, adquieren un bouquet de sensaciones aromáticas difícil de pasar desapercibidas. Coco, vainilla, chocolate, café, mantequilla, brioche, cuero y avellanas son algunas de las notas que se manifiestan en la vida de un vino que ha sido envejecido.

Inhibida y cautivada por los recuerdos del tiempo que he pasado observando y acercándome a la vid, tiempo de autodidacta y tiempo de formación adquirido en estos años queriendo saber en cada paso más de ella, obstinada por sus secretismos, y decidida y comprometida a estar a su altura, mi nariz cobra más vida que nunca, en busca de los pertinentes aceites esenciales que me aportaran cada momento que yo he vivido, que no me dejarán de transportar a esos días donde el sol culminaba el resplandor verde de sus hojas y el brillo dorado de sus racimos. Es tiempo de celebración, es tiempo de brindar porque terminó otro año duro de trabajo.

5b– ¿Cómo se transforman en el laboratorio?

N.C.– Vuelvo a mi laboratorio donde empezaré a escribir la fórmula de mi perfume, me siento con un papel en blanco delante de mi innumerable piano compuesto por miles de aceites esenciales. Cada aceite esencial  que tengo cautivo en pequeños frascos etiquetados (rosa, jazmín, geranio, pimienta, vainilla, coco…), expresará deleite y adoptará una personalidad única al interactuar de manera seductiva con los otros aceites fragrantes. La combinación perfecta de ellos se une para alcanzar un único objetivo, dar placer a nuestros sentidos. Al igual que un poeta utiliza la rima, los versos y las estrofas un perfume no es una simple aleación de aceites esenciales que hacen buen olor sino que es el resultado de un preciso sistema de estructuras, que en el lenguaje de perfumería, se conoce como acorde perfumístico. Evocaré toda mi creatividad a hacer perfumes que recojan cada paso de la historia que nos relatan los vinos.

5b– ¿Por qué crees que están tan de moda las experiencias aromáticas?

N.C.– Presiento y noto un público que siente ganas por descubrir, que espera aprender de nuestro sector, que quiere experimentar campos nuevos y al mismo momento emocionarse. Dar protagonismo a uno de nuestros sentidos más olvidados «el olfato».  Siempre tan misterioso y aún por descubrir cómo funciona nos alerta cuando hay peligro (olor a gas ) y participa en la atracción entre las personas (el amor es ciego, pero hay química!) actos que siguen siendo inconscientes para nosotros pero condicionan parte de nuestras efímeras vidas.

5b– ¿Cuéntanos uno de tus eventos tipo?

N.C.– «El perfume del vino «. Es una  cata de perfumes y vinos que se unen para vivir una experiencia única! Descubrimos a través de perfumes la historia que se esconde detrás de cada vino. Terminamos el evento con un maridaje especial de contrastes y explosión de sabores.

5b– ¿Qué os dice la gente que participa en ellos?

N.C.– El público queda sorprendido de cómo llegan a percibir las notas que han olido en los perfumes en cada uno de los vinos seleccionados. Desde los más apasionados y entendidos hasta los aficionados concluyen que: Nunca habían experimentado algo así y que de ahora en adelante el beber un vino será algo totalmente distinto de lo que era antes! Desde mi posición os podría decir que es tanta la curiosidad que tienen por descubrir olfativamente y corroborar toda la información que se les da, que suena casi increíble tener que decir en una cata de vinos: ‘Por favor: beban!’

Un comentario en Nuria Cruelles: «La nariz te lleva a un mundo de fantasías»

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.