17 mayo, 2016
Jaime Nicolau
Siempre hemos defendido proyectos vinícolas singulares. Uno de los más notables, sin duda, de la Comunidad Valenciana es el que lleva a cabo la familia Valsangiacomo en la pedanía requenense de San Juan, con la autóctona bobal como variedad estrella. De ese proyecto han surgido ya varios vinos a cada cual más peculiar y con mayor personalidad. La elaboración de los vinos de San Juan se fundamenta en el trabajo sobre la materia prima, la uva.
El trabajo con los viticultores se centra en la selección de viñedos marcando las pautas que favorezcan las características que posteriormente se transmiten en el vino. Se modifican prácticas agrícolas tradicionalmente enfocadas a la obtención de cantidad por aquellas que, respetando la identidad de la variedad, favorezcan la calidad como el equilibrio del vigor de la planta, la interpretación de las características edáficas, genéticas y climatológicas de cada viñedo como entidad individual.
Ahora ha sido la prestigiosa Decanter, una de las publicaciones especializadas más importantes a nivel internacional, la que respalda el proyecto encumbrando con un bronce la primera añada de La Aldea de San Juan.
Se trata de un vino monovarietal de bobal procedente de viñas viejas de baja producción, plantadas en vaso y cultivadas en secano a 750 metros de altitud con una densidad de plantación de 1.600 cepas por hectárea. Fermentado en depósitos de cemento crudo y con un paso de 15 meses en barricas de roble francés.
De capa intensa granate y oscura con destellos picota. De nariz intensa con notas de fruta roja combinados con los matices especiados y balsámicos de la pimienta negra y regaliz. También aparecen sutiles notas tostadas de su afinado en barrica. Ataque potente mostrando su estructura y carácter. Final largo y persistente.
Pero además, no ha sido la única alegría para la firma, pues también la añada 2014 de Bobal de Sanjuan ha sido uno de los vinos recomendados en el certamen. Un reconocimiento que recae en muy pocas de las referencias presentadas.
Esos galardones no hacen sino reforzar el camino emprendido por la quinta generacion de la familia, que ha apostado claramente por la calidad en un proyecto que se cimenta en torno a la autóctona bobal.
De hecho Bobal de Sanjuan ya es un referente dentro de los vinos elaborados en Utiel-Requena.
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