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El corazón de café y chocolate de Didier Drogba

David Blay Tapia/Fotos: Nestlé Cocoa Plan
Cuando lees a Arbeloa decir que él no es ejemplo de nadie o que los futbolistas preferirían no tener influencia sobre el mundo que les rodea, te das cuenta de la escasa responsabilidad social que la mayoría de ellos escenifica. Y ojo, que no cuentan con ninguna obligación de hacerlo, pero lo cierto es que estamos entrando cada vez más en una era donde las personas públicas y con ingresos altos tratan de ayudar al resto. Pregunten a Bill Gates o Mark Zuckerberg.

Ante esa declaración, uno no puede sino volver la cabeza al año 2006. Poner los ojos en Costa de Marfil. Y recordar a un Didier Drogba, que durante la fase de clasificación para el Mundial lideró plegarias para acabar con una cruenta guerra civil. Y consiguió que su selección jugase un partido clasificatorio en Bouaké, la capital rebelde, en un gesto que acabaría convirtiéndose en un punto de inflexión para el posterior fin de conflicto.

¿Y qué tiene que ver esto con la gastronomía? Como dirían los clásicos, me alegra que me hagáis esa pregunta. Porque el africano no sólo se convirtió en el primer jugador de su continente en marcar 100 goles en la Premier League. No sólo fue capaz de unificar dos facciones enfrentadas en su país. También apuesta por los productos de su tierra. Con su dinero. Y para dar trabajo a uno de los colectivos más desfavorecidos de aquella sociedad: el de las mujeres.

El ex jugador del Chelsea financia con sus ingresos fábricas de café y chocolate, pero además se ha convertido en embajador de una de las marcas más conocidas a nivel mundial para crear la International Cocoa Initiative. Una organización que fomenta la protección infantil en las comunidades productoras de cacao, construyendo escuelas para ayudar en la lucha contra el trabajo de los niños.

Si en algo ha destacado el marfileño durante su carrera, además de en el apartado goleador y en su carácter de icono, es en el hecho de haber sabido aprovechar las grandes citas para lanzar mensajes al mundo. Así como hizo en la previa de su primer Mundial, protagonizando un documental para promocionar un producto exclusivo que se llamó ‘Le chocolat du planteur’ y que fue vendido en su momento en tiendas gourmet de Francia (que alberga la segunda comunidad más grande del planeta de personas procedentes de Costa de Marfil).

Mientras otras personalidades deportivas optan por convertirse en hombres anuncio de bancos, relojes o casas de apuestas, Didier Drogba sigue desde Londres y Montreal (donde todavía disfrutan de su fútbol en la Premier y la Major League Soccer) uniendo en un mismo término el deporte, la educación y la gastronomía. Y utilizando su enorme influencia para poner en valor el producto diferencial de su tierra, el mayor productor de cacao del mundo.

En ese tránsito, ha sido nombrado Embajador de Buena Voluntad por la ONU para la lucha contra la pobreza y elegido en 2010 una de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista TIME.

Por si algunos futbolistas siguen pensando que no hay que devolver a la gente lo que estos te dan. Al contrario que Arbeloa, Drogba sí es un ejemplo. El ejemplo.