La Font de la Figuera: tesoros artísticos de un pueblo vitivinícola

Fotografía: Turisme Comunitat Valenciana.

Ana Morla

La Font de la Figuera se alza como un ejemplo de cómo los pueblos del interior de Valencia han sabido aprovechar el potencial de la viticultura para ofrecer una experiencia turística única. Su ubicación privilegiada y sus virtudes la convierten en un destino de alto nivel, donde la historia, la cultura y la naturaleza se unen creando una simbiosis perfecta para el turista.

Uno de los tesoros más emblemáticos de La Font de la Figuera es el Museo histórico-etnológico «La Costera». Este museo, ubicado en una bodega del siglo XVIII restaurada, revela la evolución del municipio, estrechamente ligada a su tradición vinícola.  La conexión con la historia y el arte se refleja aún más en la Parroquia de la Natividad de la Virgen María, donde se encuentra el Retablo Mayor de Juan de Juanes, una de las grandes obras del Renacimiento valenciano. Este retablo no solo es un símbolo de devoción y espiritualidad para los locales, sino también un atractivo para los visitantes que llegan de todas partes para admirar su belleza.

Recorrer las calles de La Font de la Figuera es como adentrarse en un museo al aire libre. Entre sus joyas arquitectónicas destacan la Ermita de San Sebastián, del siglo XV, y la Ermita de Santa Bárbara, del siglo XVI, ambas con una belleza singular que cautiva a todo aquel que las contempla. Estas edificaciones son testimonio de la rica herencia cultural del municipio.

Aunque la producción vinícola es un pilar fundamental de La Font de la Figuera, el municipio ofrece mucho más que vino. Su casco histórico, con sus estrechas calles y plazas encantadoras, invita a pasear y descubrir la historia que se esconde en cada rincón. Para los amantes del senderismo, La Font de la Figuera dispone de varias rutas que permiten explorar su entorno natural. Una de las más destacadas es la senda del Capurutxo, que ofrece un paisaje espectacular desde la cumbre del pico más alto de la Costera.

Este municipio también es un paraíso gastronómico. Su cocina tradicional deleita a los paladares con platos como los gazpachos, la gachamiga, el puchero, la torta de pimiento y tomate, los embutidos y, por supuesto, sus exquisitos vinos. Además, el municipio celebra dos eventos que ensalzan sus productos locales: la Mostra de Vins de Terres dels Alforins, que se lleva a cabo cada tres años en mayo, y Tasta la Font. Estos eventos permiten a los asistentes sumergirse en la cultura gastronómica de La Font de la Figuera, destacando la calidad y la tradición que caracterizan a sus productos.

Por otra parte, hay que dedicarle un espacio a Vicent Joan Masip, más conocido como Juan de Juanes, es un ilustre pintor local del siglo XVI. Su estatua, convertida en fuente, preside la Plaza Mayor, para recordar su papel como figura clave del Renacimiento valenciano.

Así, La Font de la Figuera es un lugar donde la tradición, el arte, la naturaleza y la gastronomía se unen para ofrecer una experiencia completa y enriquecedora.

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