Enoturismo

Bodegas Xaló se ha convertido en uno de los motores socioeconómicos en las tierras del interior de La Marina Alta, uno de los destinos preferidos de los turistas. Con la cercanía de destinos de playa notables, las montañas de su interior, a pocos kilómetros son capaces de ofrecer un excepcional mundo de experiencias con el vino como hilo conductor.

Mustiguillo es el templo sagrado de los winelovers. El proyecto de Toni Sarrión se ha convertido en algo más de dos décadas en una de las palancas que cambió la historia del vino valenciano para siempre.

Hace más de cien años, 70 agricultores de Turís decidieron unir sus fuerzas para crear La Baronía de Turís. La tradición, la cultura del esfuerzo y la pasión por el mundo del vino ha sido el motor de esta cooperativa vitivinícola durante el último siglo.

Las bellas tierras de les alcusses, en Moixent, esconden uno de los tesoros más preciados del vino valenciano. Celler del Roure es uno de esos proyectos que ponen a Valencia en el “mapa mundi” del vino de la mano de la familia Calatayud.

En medio de cientos de hectáreas de bellos viñedos se encuentra un verdadero paraíso, la finca Hoya de Cadenas, el centro de turismo enológico de la centenaria Bodegas Vicente Gandía. Ubicada en el municipio de Utiel, este espacio privilegiado cuenta con una extensión de más de 300 hectáreas de suelo arcilloso-calcáreo donde se producen sus reconocidos vinos.

Arráez conoce su origen, por ello no duda en repetirlo y sacarle todo el partido posible, ya que la experiencia que concede tener 73 años de trabajo a sus espaldas, genera seguridad a todos sus clientes.

La importancia que ha adquirido el enoturismo en los últimos años es evidente, especialmente en la época de pospandemia, ya que este tipo de actividades fue una de las primeras permitidas tras el levantamiento de las restricciones, pues ofrecían opciones de ocio al aire libre. 

En un enclave bellísimo que es capaz de transmitir toda la pasión por la agricultura que se viene respirando en la zona desde hace miles de años, Rafa Cambra no ha tenido “más remedio” que compartir su visión del mundo del vino con los miles de winelovers que cada año viajan hasta su territorio.

Finca Casa lo Alto es un caserío situado en lo alto de un cerro en el que la apuesta por una viticultura respetuosa con el medioambiente y un vino de calidad son variables innegociables.

La ecología y la enología son dos elementos que deben ir siempre de la mano, o eso debió pensar Adolfo de las Heras Marín, fundador de Bodegas Nodus, al adquirir la Finca El Renegado.