Celler del Roure: el poder de las variedades autóctonas de Terres dels Alforins

Laura Lázaro

En la llamada toscana valenciana junto a las ruinas del poblado íbero de La Bastida de Les Alcusses se encuentra la bodega Celler del Roure. Capitaneada por Pablo Calatayud esta bodega realiza vinos con fuerza marcando el carácter del territorio en el que se encuentra, Terres dels Alforins. 

Celler del Roure realiza desde hace tiempo la colección de vinos antiguos con la finalidad de evocar un retroceso al pasado, volver a los métodos tradicionales con variedades ancestrales. Comenzando por los blancos, Celler del Roure llevará a la mostra de PROAVA su mítico vino antiguo Cullerot con la añada 2023. Realizado principalmente con macabeo, este coupage incluye uvas como la verdil, malvasía y pedro ximénez entre otras. Un vino que nace de un proyecto de recuperación de las tinajas antiguas de la bodega fonda, consiguiendo así un vino fresco con crianza. A pesar de venir de viñas viejas, la delicadeza del vino la encontramos en ambos factores sensoriales. En nariz observamos una intensidad alta de aromas a manzana verde, cítricos y flores blancas. Mientras que en boca es seco, potente pero fresco, ácido con un final largo. Un vino perfectamente equilibrado.

Pero Cullerot no es el único vino antiguo que se podrá degustar en la mostra. Como tintos Celler del Roure llevará Vermell y Safrá, dos vinos muy vivos que ponen en valor la tierra, los viñedos y las variedades de Terres dels Alforins. Ambos ecológicos y realizados con uvas autóctonas para que la gente pruebe y conozca las maravillosas características de la mandó y arcos. 

Safrá, como lo denomina la bodega, tiene alma de blanco. Vivo, eléctrico que provoca sensaciones erizantes que incitan a seguir catando. Un vino que pretende ensalzar las bondades del territorio con dos uvas autóctonas olvidadas como son la mandó y arcos. Elaborado con sumo cuidado, con mucha delicadeza para que todas las propiedades de las variedades queden intactas en esas tinajas de barro subterráneas. Lleno de matices, Safrá sorprende a todo aquel que lo prueba. Un vino fresco, floral, con recuerdo a cerezas y fresas. En boca es muy vibrante, vivo, elegante con una acidez singular. Su equilibrio es perfecto convirtiéndose así en un vino profundo pero sutil, fresco con un punto goloso y con unos taninos perfectos consiguiendo un efecto aterciopelado.

Vermell sin embargo es un vino más sencillo pero con carácter. Con una capa más translúcida, es el vino que mejor refleja el paisaje de la zona de Moixent. Un coupage joven de mandó y arcos que se nota tanto en nariz como en boca. Muy frutal y fresco, con notas a arcilla mojada, gracias a su única crianza por tinajas de barro, y a hierbas del monte bajo. En boca es ligero pero profundo, vivo, elegante, frutoso y fácil de beber.

Los vinos de Celler del Roure consiguen numerosos premios y reconocimientos con uvas autóctonas olvidadas que nadie hubiera imaginado y por ello, estos vinos son únicos. Pasate por su stand de la 35 mostra de PROAVA y déjate enamorar por el territorio.

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