Déjate seducir por el mundo del vino
Déjate seducir por el mundo del vino
29 November, 2023
La marca. La bodega acapara éxitos gracias a una propuesta revolucionaria.
Texto: Jorge Corella / Fotografía: Bodegas Arráez
Arráez es una bodega que siempre se ha caracterizado por crear su propio camino, alejándose de las expectativas propias de una firma vinícola de su prestigio. Este cambio de paradigma, impulsado por el actual mecenas de la bodega fontí, ha convencido a propios y extraños de que lo clásico es una gran opción, la gama ‘Los Arráez’ así lo demuestra, pero no la única.
Esta revolución viene marcada por un Toni Arráez —tercera generación de la bodega— que tiene entre ceja y ceja demostrar las cualidades excepcionales que poseen las cepas mediterráneas que utilizan para elaborar sus vinos, desafiando la linealidad y la pasividad del mercado vinícola.
Esta actitud va acorde con su retrato de un mundo que pide un producto que vaya más allá de lo utilitario y se adapte a una realidad que no se detiene. Después de todo, la bodega busca crear un entorno que favorezca que en el momento en el que se consuman estos vinos Arráez, generalmente en tiempo de ocio, los minutos pasen más despacio, permitiendo disfrutar del placer que supone testar un vino autóctono de calidad.
Toni Arráez. El valenciano es el culpable de la versión más vanguardista de la bodega.
Otro de los puntos clave de la marca es su localización. La Font de la Figuera ha sido el lugar de culto de la bodega desde hace 73 años, motivo que ha empujado a esta nueva generación de Arráez a creer que el territorio, que ya en su día convenció a Antonio Arráez Garrigós —abuelo del actual dirigente— para dar sus primeros pasos en el apasionante mundo del vino, es una de las razones del éxito de sus productos.
El terreno ubicado en pleno paraje natural de Terres dels Alforins siempre ha respondido a las exigencias de una bodega que no ha desaprovechado la versatilidad de su finca para innovar y probar opciones nuevas que den lugar a vinos únicos. Precisamente estos vinos son el reflejo de esa revolución instalada en la ‘casa’ de los Arráez desde que Toni Arráez llegase a la bodega en el año 2007 cargado de ideas propias y rompedoras.
El primer destello de creatividad que puede reconocer cualquier amante del vino cuando revisa la bodega es la gama ‘Vinos Canallas’, un conjunto de productos particulares en los que la máxima que los une es su apuesta por la novedad y la originalidad.
La joya de esta colección es ‘Mala Vida’, una gama de vinos que representa un canto a la libertad y que se compone de tres productos: Mala Vida Tinto, Mala Vida Blanco y Mala Vida Edición Limitada. A nivel enológico, Mala Vida Tinto puede entenderse como una rareza entre los demás productos, ya que marca el inicio que da lugar a la evolución de la bodega. Este tinto destaca por ser un coupage de cuatro variedades: monastrell, tempranillo, syrah y cabernet sauvignon.
Por su parte, las versiones de blanco y su edición limitada siguen esa misma idea de reivindicar lo inusual. El primero de ellos —elaborado con merseguera, verdil y moscatel— es un reflejo de las tierras valencianas, mientras que la edición limitada nace como homenaje al décimo aniversario de la gama que le da nombre.
Las instalaciones. La bodega es el broche perfecto al proyecto revolucionario de Arráez.
Tan solo unos clásicos entre los clásicos, como es el caso de la gama de vinos ‘Los Arráez’, han sido capaces de frenar el ritmo frenético que rodea a la bodega fontí. Esta gama es el enclave que mantiene el vínculo de esta firma con sus orígenes. Una línea de productos nacida para recordar la historia de la bodega y no olvidar lo que el tiempo no puede borrar: el saber hacer y la tradición vinícola de la familia Arráez.
En torno a esa misma idea del origen y lo propio se basa la selección de variedades utilizadas por la bodega para elaborar sus vinos, pues adquieren una gran importancia las cepas autóctonas entre las que podemos nombrar las autóctonas monastrell, forcallà y la arcos. Una declaración de intenciones sobre la relevancia que adquiere el territorio en la bodega ubicada en La Font de La Figuera.
A todos estos aires de revolución en el seno de la factoría Arráez, se le sumó en 2018 la nueva bodega, que llegó con la idea de mejorar el rendimiento de la actual producción, pero también con el objetivo de poder ofrecer a los clientes de Bodegas Arráez una experiencia que acompañe al cliente por un viaje en el que historia y novedad son los principios inalterables.
La ubicación. El paisaje de La Font de la Figuera es una de las claves enoturísticas de la bodega.
Esta ubicación en el envidiable enclave de Terres dels Alforins ha impulsado la necesidad de preparar experiencias que permitan disfrutar del paisaje a los clientes de Arráez. Ejemplo de este intento por reflejar la cercanía de esta bodega con todas las personas que han acompañado, en forma de clientes, a la bodega es ‘Visita Sibarita’, una propuesta de ocio en la que el visitante conocerá la bodega de la familia Arráez y sus nuevas instalaciones.
Volviendo sobre esa idea de la ruptura con lo cotidiano, desde Arráez ofrecen dos alternativas: ‘Volando Voy’ y ‘Haz tu propio vino’. La primera experiencia consta de un viaje en globo en el que se sobrevuelan las instalaciones y los viñedos para posteriormente finalizar con una cata en bodega. Por su parte, la segunda opción permite a los visitantes elaborar su propio vino.
Bodegas Arráez puede definirse de muchas maneras, pero indiscutiblemente, esta firma de La Font de la Figuera sigue siendo un faro de innovación en el mundo del vino.
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