Viña Teulada, el moscatel seco que cambió el rumbo de Bodega Teulada

Texto: Mar Lafuente / Vídeo y fotografía: Vicent Escrivà

Viña Teulada no es un blanco de moscatel más, es un vino que marcó un antes y un después en la trayectoria de Bodega Teulada. Fue el primer vino que elaboró la bodega, rompiendo así los esquemas de que la cooperativa elaboraba exclusivamente mistelas y vermuts. Así, este vino blanco es el reflejo de la filosofía de la bodega: apostar por la calidad y resaltar las características únicas de esta variedad reina de la Marina Alta, la autóctona moscatel. 

Las uvas que se utilizan para la elaboración de Viña Teulada son las más cercanas al Mediterráneo, vienen de la partida Les Sorts, a tan solo un kilómetro del mar, cerca de la playa de l’Ampolla en Moraira. Esta proximidad al mar otorga a las uvas unas condiciones especiales que influyen en la calidad y personalidad del vino. La vendimia la realizan temprano, a mediados de agosto, para asegurar que la uva alcance su punto óptimo de maduración sin sobrepasarse. La fermentación del mosto se lleva a cabo lentamente, a una temperatura controlada de 17 grados, lo que ayuda a preservar las características organolépticas típicas de la moscatel y a evitar una fermentación brusca que podría dañar sus aromas sutiles. 

Y si hablamos de su perfil organoléptico, Viña Teulada es de color amarillo pálido con matices dorados, especialmente en los bordes. Su aroma es inconfundible, con intensas notas florales típicas de la moscatel, como jazmín y flor de azahar, acompañadas de toques afrutados, que recuerdan a cítricos como naranja y limón, además de frutas de hueso como el melocotón. En boca, es una auténtica sorpresa. A pesar de que la moscatel es conocida por ser dulce y los aromas nos llevan a esa dulzura, resulta ser un vino seco. Es fresco, afrutado y con una acidez moderada que equilibra perfectamente la frescura general del vino. Su cuerpo es ligero a medio, lo que lo convierte en un vino fácil de beber. 

Un vino muy versátil para acompañar platos de lo más diferentes. Al ser seco y fresco, Viña Teulada armoniza perfectamente con mariscos como gambas, langostinos o mejillones, y con pescados blancos a la parrilla o al vapor, como la dorada o la lubina. También es ideal para acompañar ceviche, ensaladas frescas con rúcula, espinacas y frutas cítricas, así como quesos suaves como el de cabra o mozzarella. Incluso con la cocina asiática, platos como sushi o rollitos de primavera, Viña Teulada puede ser la combinación perfecta. 

Así, Viña Teulada es un vino que destaca por su personalidad mediterránea y por cambiar el rumbo de una cooperativa que siempre había sido elaboradora exclusivamente de mistelas y vermuts. 

Si quieres saber más sobre la cooperativa, no te puedes perder este vídeo:

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