Vermuts alicantinos para disfrutar de los aperitivos este verano

Mar Lafuente

En verano con el calor y las ganas de disfrutar un rato con los más cercanos, ir a una terraza o incluso tomar algo fresquito en casa se convierte en uno de los momentos favoritos para muchos, el aperitivo. Unas aceitunas, unas papas y, sobre todo, el protagonista de estos momentos, el vermut. Muchas veces no sabemos qué vermut pedirnos o cuál comprar y qué mejor que disfrutar de los productos que nacen en nuestras tierras, las alicantinas. Es por eso que hoy te proponemos nueve vermuts alicantinos para que puedas disfrutar al máximo de la hora del vermut.

En Alicante encontramos muy buenas referencias de vermut, pero no es algo raro. Este producto suele elaborarse con una de las uvas reinas de la provincia, el Moscatel. Tiene un valor organoléptico inmenso y una gran potencia aromática que le convierte en el aliado perfecto para un buen vermut, bebida muy aromática. A continuación, te proponemos nueve vermuts, concretamente de Bodega San Vicent de Teulada, Bodegas Antonio Llobell Cardona, Bodegas Xaló, Bodega Santa Catalina del Mañán, Bodegas Faelo, Bodega Primitivo Quiles, Bodegas Riko Xaló, Jarabe de Palo y el vermut de la Compañía de Colección de Toneles Centenarios.

Vermouth artesano de Teulada.- Bodega San Vicent de Teulada
Es un vermouth rojo artesano. Se elabora macerando el vino procedente de las uvas de moscatel con una mezcla de hierbas de las sierras que contornean la Marina Alta, que son las que le dan su peculiar y exquisito aroma.

Vermut tradicional blanco Torino.- Bodegas Antonio Llobell Cardona
Este vermut de color blanco translúcido en nariz es fino, dulce, fresco, con aromas a una selección de extracos de raíces, hojas y flores, entre ellas ajenjo, genciana, sauco, jengibre, díctamo de creta y corteza de naranja. Tiene un paso por boca dulce con sabor a plantas aromáticas y especias que termina en unas notas muy finas.

Vermut Vall de Gorgos.- Bodegas Xaló
De color ámbar, limpio y brillante. Resaltan toda una gama de aromas amargos y balsámicos que nos recuerdan a la nuez moscada, clavo, etc. En boca destaca su ligero dulzor a un toque amargo que confiere unas sensaciones únicas en este tipo de bebida.

Vermut Diábolo.- Bodega Santa Catalina del Mañán
Los vermuts blancos suelen ser más dulces que los rojos. En el proceso de elaboración se emplean menos ingredientes amargos y pasan a ser los cítricos los más utilizados, junto a la base de vino blanco, azúcar y alcohol.

Vermut La Dama.- Bodegas Faelo
A nivel olfativo y gustativo destacan las especias y las hierbas aromáticas añadidas a la maceración del vino, como canela y manzanilla, notas de ajenjo, anís estrellado, corteza de limón y naranja, cardamomo, lavanda, tomillo, cantueso, romero… que le aportan sus reflejos rojizos y un justo equilibrio refrescante entre dulce, cítrico y amargo.

Vermut Primitivo Quiles.- Bodega Primitivo Quiles
Aromas intensos con notas de hierbas aromáticas y ligeros toques balsámicos que proporcionan una estructura aromática agradable y muy particular. Esa intensidad aromática también se nota en boca, muy bien equilibrada con la acidez, largo e intenso en postgusto.

Vermut Xaló.- Bodegas Riko Xaló
Está elaborado a partir de un proceso de maceración de una selección de hierbas y especias que le dan un sabor y aroma únicos. Una bebida que se recomienda servir fría o con hielos.

Vermut Jarabe de Palo.- Jarabe de Palo
Es de color amarillo pajizo con un aspecto brillante. Presenta un aroma intenso y muy fresco a la uva moscatel y a los extractos botánicos como el ajenjo, la genciana o el sauco. La integración con las notas tostadas y a coco de la madera de roble americano del tapón y el fondo anisado-balsámico presente es total. En boca resulta goloso y muy fresco, con persistencia de plantas aromáticas, anís, uva moscatel, algunas notas cítricas y notas tostadas dulces de roble americano. De postgusto medio y sutil amargor, resulta muy agradable de beber.

Vermut Luis XIV.- Colección de Toneles Centenarios ‘Fondillón Luis XIV
Un vermut rojo, suave y aromático que está elaborado de una forma muy curiosa: con vino envejecido en toneles centenarios en los que también descansa el Fondillón. Es muy mediterráneo, con agradables aromas de canela y especias, un dulzor medio y un final largo y persistente. El color se lo da el propio vino añejo, por lo que no contiene colorantes añadidos.

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