Una nueva era comienza para el Cava de Requena

El Cava de Requena es ya una realidad.

Olga Briasco

Hace más de cuarenta años que en Requena los agricultores trabajan el cava con el mismo cariño que elaboran el vino. Primero lo hicieron de manera experimental, pero allá por la década de los años ochenta se dio el salto y comenzó a comercializarse. El pionero fue Torre Oria, quien en 1982 puso sus primeros cavas en el mercado y abrióla puerta al resto de productores.

Sin embargo, no solo empujó a otros a situar al cava elaborado en Requena en lo más alto, sino que, sin saberlo, inició una batalla para colocarlo, primero, dentro de la DO Cava y, después, para reconocer la singularidad del territorio y reflejarlo en la denominación. Una batalla que, esta vez, tiene final feliz, pues hoy los cavas elaborados en estas tierras son Cava de Requena, dando por zanjada una discusión que nace casi a la vez que el cava aquí.

Y esa identidad del terruño es la que siempre se ha reivindicado, casi desde ese 1982 en el que comenzó la historia del cava elaborado en Requena. Sí, porque ese año aún no se había constituido la DO Cava y los espumosos se agrupaban en el Consejo Regulador de los Vinos Espumosos, donde los valencianos se integraban dentro de la categoría de champenoise (vinos espumosos de calidad elaborados por el método tradicional).

Sin embargo, con la orden ministerial del 27 de febrero del 1986, se delimitan las zonas de producción en la llamada «Región Determinada del Cava» y se deja fuera al término municipal de Requena. Hecho que Torre Oria llevó a los tribunales y, como se recoge en el Boletín Oficial del Estado del 19 de abril de 1993, quedó integrada.

A partir de aquí, Requena fue sumando bodegueros que emprendían el mismo camino que Torre Oria. Un trabajo que daba por fruto unos cavas diferentes a los del resto de España. «La singularidad de los cavas de Requena se debe a su situación geográfica —crecen a una alitud de entre 700 y 900 metros—, lo que hace que haya una gran diferencia entre la temperatura del día y la de la noche, aspecto clave en la maduración de la uva, que hace que por las noches se enfríe y que por el día siga con su proceso de maduración, haciendo que la acidez sea natural», comenta Rebeca García, presidenta de la Asociación de Elaboradores de Cava de Requena. 

De hecho, esa peculiaridad hace que los cavas de Requena sean más aromáticos y con unos rasgos de juventud mayores que los del resto de cavas nacionales. Un terreno que también otorga otra virtud: la salud de las cepas. En este sentido, Rebeca García explica que en Requena «tenemos un clima continental, más seco que en el Mediterráneo, lo que hace que las vides crezcan con mucha mayor calidad y sin tanto riesgo de enfermedades fungicidas. Por tanto, esas condiciones hacen que no tengamos la necesidad de recurrir a tratamientos fitosanitarios o recurrir a los sulfitos».

Esas bondades de la tierra, unidas al buen hacer de los viticultores, hizo que se comenzaran a comercializar excelentes botellas y que se colocara a Requena en el mapa del cava en España. Un trabajo que en 2013 se consolida con la creación de la Asociación de Elaboradores de Cava de Requena, de la que ahora Rebeca García es su presidenta, y que se ratifica con las buenas campañas de las bodegas y sus crecientes ventas.

De hecho, en ese año se produjeron 1,5 millones de botellas. Una consolidación y un trabajo por la identidad de sus cavas que sufre un revés: en 2019 el Consejo Regulador de la DO Cava propone una modificación en su pliego de condiciones para crear nuevas figuras de calidad e instaurar la figura de unidad geográfica menor para diferenciar las distintas zonas que conforman esta denominación de origen. «El Consejo Regulador proponía DO Cava Zona de Levante porque aludía a que, como ya existía el término Vinos DO Utiel-Requena, podía llevar a confusión poner DO Cava de Requena», recuerda Rebeca.

Pero la confianza en el producto que elaboraban y la importancia de reflejar Requena en esas etiquetas les empujó a luchar por lo que creían justo, algo que les llevó a los tribunales en varias ocasiones. Sí, porque aunque en noviembre de 2022 una sentencia del Tribunal Superior de Justicia alegaba la nula confusión, fue recurrida por el Consejo Regulador de la DO Cava en 2023. Sin embargo y tras un año, el Tribunal Supremo ha decidido no admitir a trámite el recurso interpuesto por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Cava en contra de la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid a finales del pasado 2022.

Al respecto, el conseller de Agricultura, Ganadería y Pesca, José Luis Aguirre, ha destacado que con esta sentencia «se reconoce la injusticia de la DOP Cava y las trabas del Gobierno central contra los viticultores valencianos». Asimismo, asegura que supone «un reconocimiento tanto para los viticultores que producen la uva como para las bodegas y un gran impulso para la comercialización y desarrollo económico del sector», pues con este reconocimiento se «aúnan los esfuerzos necesarios en las viñas, que son la materia prima del vino, y en los mercados, para que el sector siga ganado posiciones».