16 enero, 2025
Laura Lázaro
El mundo del vino comienza en los campos cuando los agricultores cultivan las uvas y cuidan las vides con extremo cuidado y delicadeza. Con el mismo mimo es como tiene que llegar al consumidor final y de eso se encargan los distribuidores y tiendas como la de Miguel Silvestre. Ubicado en Ontinyent, Miguel lleva junto a su socio su tienda Tendavins más de 30 años.
Su negocio empezó por necesidad, Miguel trabajaba en un ámbito totalmente diferente, pero también por pasión. Esa pasión por el mundo vitivinícola, por las bodegas, por conocer nuevos productos y dárselo a conocer al resto del mundo. Y así empezaron, distribuyendo vino a todo aquel que tuviera un negocio o estuviera en el mundo de la hostelería. El negocio evolucionó llegando con la distribución a diferentes localidades, cambiando la tienda de lugar para tener más visibilidad y dándoles una posibilidad a todos los restaurantes cerca de la localidad. Cuando llegó la crisis, muchos locales cerraron y les repercutió de tal manera que decidieron mantener su esencia, resurgir y centrarse en hacer bien su trabajo de manera más próxima y local. Y lo han conseguido.
Ahora mismo la cantidad de referencias y de bodegas con las que Miguel se pone en contacto se pierden entre estanterías y botellas y por eso él quiere hacerlo diferente y que las bodegas se den a conocer.
Para Miguel, el cliente es lo primero y por eso desde hace unos años ofrece productos nuevos o desconocidos a sus clientes más fieles con el vino del mes o el lote del mes. Su criterio es sencillo: que las bodegas sean conocidas y que sus clientes siempre prueben productos de calidad. Y lo está haciendo bien porque los clientes se dejan aconsejar sin tener que pensar en qué vino elegir y vuelven cada mes para dejarse sorprender por la cuidadosa selección. Además, en Tendavins les importa el producto de proximidad y también puedes disfrutar de los maravillosos aceites de la zona en una pequeña pero deliciosa selección.
En el futuro, Miguel tiene la ilusión de unirse al mundo de las catas para que todos sus clientes puedan probar productos nuevos y disfrutar de una experiencia única.
En la actualidad Tendavins no es solo una tienda, es un espacio donde los enamorados del vino pueden dejarse aconsejar, donde los clientes de hostelería pueden acudir a conocer nuevos productos y donde la buena distribución a clientes locales es lo que prima.
A pesar de las dificultades que tiene una tienda de venta de cara al público, Miguel lo tiene claro, quiere seguir apostando por ella y quiere seguir haciendo felices a sus fieles clientes.
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