Recorriendo Valencia

Me pusieron más de una zancadilla, pero servidor es periodista de la “vieja escuela” y se cuela en sitios inverosímiles. Por cierto, tengo que ponerme a régimen.

Todo esto viene a cuento porque hace unos días, se celebró la “Batalla de los alimentos o comida” con motivo del aniversario de Q de Barella (C. Finlandia). Quique me había comentado lo espectacular de otras ocasiones y que se lo pasaban mejor en la cocina “que los niños en un recreo eterno”. Este era un tema que no quería perderme y sí compartir con ustedes.

Tres espadas, tres, se enfrentaban a un reto culinario que se habían marcado ellos mismos. Julio Colomer, Quique Barella e Iván López, ahí queda la cosa.

Son las siete de la tarde. Elsa acaba de llegar al local. El equipo de Quique lleva trabajando algún tiempo y además en casa. Están esperando a los contrincantes. Comienzan los preparativos de sala.

A las siete y cuarto llega Iván. Tiene prisa porque no ha tenido tiempo de preparar nada. El equipo se pone en marcha. Alguien comenta algo de la cena, la de los curritos. No hay pan. Se compra. Del tradicional y que sea contundente. Huele a embutidos y a chorizo. Intento meter las narices donde no me importa y me dan con la puerta en las ídem. Con toda razón.

Casi a las siete y media llega Julio. Trae contenedores preparados. Así también sabemos ganar todos. Más de treinta personas entran y salen de la cocina. Me refugio en una de las mesas y tomo nota. Comienzan los cánticos y el combate. Hay armonía.

En menos de tres minutos hemos tomado un bocadillo de embutido (el chorizo estaba de muerte. Me imagino que lo demás también, pero me encanté hablando y…) y unas patatas asadas que me recordaron lo mejor de mi niñez. Casi se las robo a los tres espadas, pena de la fiambrera que se me quedó en casa.

Comienza el parto. Elsa es la portavoz. Le han cambiado los platos tres veces. Está a punto de coger la escoba y empezar a repartir. Hay un silencio y comienzan los mensajes de los recién nacidos.

Sashimi de pulpo con kimchi y aceite torrao. Crema de rúcula y cilantro con tejas de pipas. Coca de dacsa con calamar “pibil”. Clótxinas, ají, crema de aguacate y salazón. Caballa con encurtidos y yema de huevo de pato. Nuggets de pollo con holandesa de curry verde. Raya a la brasa con caldo dashi de cangrejos y perlas del Japón. Guiso de manitas y garbanzos con anguila glaseada. Postres. Guisantes con coliflor. Torrijas de orxata con helado de canela.

Todo maridado con Cava Antigua de Millésime.

Local lleno y éxito por todo lo alto. No me sean malos, no, no me quedé a cenar. Hay momentos en que un periodista sobra, aunque sea amigo. Para amistad, Julio, Quique e Iván. Por muchos años.

Brevemente, habrá más información en otro momento. Gracias por un sensacional almuerzo en el Mercado de Jerusalén. Tomamos ALHAMBRA y disfrutamos de la mejor compañía. Magníficos bocadillos con “recetas especiales de la abuela”. Un monstruo el jefe. Una pasada los almuerzos y una buena cerveza ALHAMBRA. A cada uno lo suyo. Gracias a todos los compañeros por invitarme.

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