4 August, 2017
Mª Carmen González
Año 1909. Valencia. Playa del Cabanyal. Joaquín Sorolla pinta a un niño jugando con un pequeño balandro, un barquito de vela. Hoy en día, en esa misma playa que pintó el maestro, otro balandro nos llama la atención. ‘El Balandret‘ es un restaurante boutique en el que poder disfrutar de la cocina clásica valenciana pero con el toque personal y actual que le aporta el chef Alberto Lluch.
El recuerdo de ‘El balandrito’, el famoso cuadro de Sorolla, está presente en el salón del restaurante, decorado por el diseñador Carlos Serra, y en el que un moderno relieve que reproduce la obra ocupa una de sus paredes. Lámparas de mimbre, baldosas que reproducen antiguos pavimentos de cerámica y paredes con botijos dan un toque clásico, pero a la vez moderno, al amplio salón restaurante que mira al mar.
En la cocina de El Balandret no pueden faltar los arroces, los de siempre y algunos con toques innovadores, como el meloso de pistacho y foie, o el de pato y setas, y entrantes típicamente valencianos como las clóchinas, el esgarraet o el all-i -pebre, en los que siempre se añade una nota de distinción y se cuida mucho la presentación.
Y en un restaurante de la playa son imprescindibles los calamares. Los de El Balandret son diferentes: con un corte japonés y rebozados, con curry y mayonesa de curry. No dejan indiferente. No faltan tampoco los mariscos, también con su nota diferente. Un ejemplo de ello son los langostinos en tempura de quicos con salsa brava. Y para terminar una buena comida o cena, la repostería, casera y elaborada por Paco Hernández Estuch, un repostero “de toda la vida”.
El Balandret está en la parte baja del hotel del mismo nombre, un hotel boutique con todas las comodidades y con el sello Children Friendly que certifica que es un establecimiento que, por los servicios que ofrece, la seguridad de sus instalaciones y el trato que dispensa a las familias, es ideal para ir con niños. De hecho, el restaurante tiene una ludoteca acristalada, con numerosos juegos para que los niños puedan distraerse mientras los padres comen. Los fines de semana, además, cuenta con un servicio de animadora.
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