Déjate seducir por el mundo del vino
Déjate seducir por el mundo del vino
16 December, 2022
Enrique Solves Leonés
A las orillas de la Playa de la Patacona encontramos la máxima expresión de la gastronomía valenciana. Uno de los restaurantes con más tradición de la Capital del Túria junto a unos vermús que son el reflejo de nuestro territorio, se ofrecen juntos con el mar de fondo. Ambos proyectos son la continuación a lo que comenzó hace ya varias generaciones, contando con un importantísimo legado histórico y cultural en Valencia. Restaurante Mimar y Carmeleta ponen en común el amor por el territorio y por la tierra que nos proporciona lo que comemos.
Pese a que en abril cambió de nombre, el Resturante Mimar mantiene totalmente viva esa esencia y filosofía que le caracterizaba. Mimar nace de la tradición de la familia Martínez Miralles, y es dirigido por María Ángeles y José que son los dueños. Sin embargo la figura visible es Joaquín Collado, el director de operaciones del grupo Mimar Valencia que definía este enclave como “la casa del producto fresco y de cercanía, como la huerta de Alboraya y el Mar Mediterráneo”.
Antiguamente conocido como Brassa de Mar, pasó a llamarse Mimar y con el cambio de nombre vino un cambio de concepto. “El primer paso fue contar con Raúl Aleixandre, nuestro chef. El arroz sigue siendo fundamental pero ahora el producto fresco está casi a su altura, son nuestros dos pilares”.
Un interior con colores oscuros que transmiten tranquilidad, grandes ventanales que nos ofrecen una vista preciosa del mar, y una enorme terraza con abundante vegetación y a escasos metros de la playa convierten a Mimar en un lugar para relajarse y cómo no, disfrutar comiendo. Para esto último tenemos a nuestra disposición una enorme carta donde destacan la amplia variedad de entrantes y productos frescos. La comandan los pescados, carne, arroces y el Rossejat de Ca Sento, el cual fue puesto en el foco gracias a Raúl. Por todo esto no es de extrañar que Mimar siga siendo el restaurante ideal para la familia valenciana, la que desea tomar ese arroz de sábado o domingo.
¿Quién dijo que la raíz de naranjo no se podía utilizar?, desde luego que Noema Ortí no. La responsable del proyecto Carmeleta nos vuelve a sorprender con unos vermús realmente especiales. Ubicada en la comarca de La Safor, Carmeleta tiene la bodega en el pequeño municipio de Alqueria de la Comtessa. Noema nos contó que está realmente orgullosa de elaborar sus productos de forma artesana, sin utilizar colorantes artificiales.
Pero esta colección de cuatro vermús también es conocida por otros motivos: su etiqueta característica, su llamativo color y su sabor totalmente inconfundible y muy mediterráneo. La protagonista de Carmeleta es la mujer que lleva el mismo nombre, y que es la abuela paterna de Noema, “este proyecto nació por y para ella. Carmeleta era una mujer con una esencia muy mediterránea, mucho temperamento y una sonrisa muy bonita. Siempre agrupaba a toda la familia en la mesa como una gallina con sus pollitos”.
Otra de las motivaciones de este proyecto es aprovechar todo lo que la tierra ofrece, “la naranja siempre ha sido un producto muy menospreciado en nuestra tierra y lo que hemos hecho en Carmeleta es darle valor. Para ello aprovechamos todo, desde la raíz de la naranjo, flor de azahar, la corteza, la propia naranja e incluso la mandarina en unos pocos casos”.
De los cuatro que elabora, Noema nos trajo dos vermús; el orange y el rosso. Carmeleta orange es el abanderado de la marca porque engloba todo el mundo de la naranja, “somos el único vermú valenciano que elabora con raíz de naranjo y naranjas valencianas. Y eso es algo totalmente diferente a lo que hay en el mercado, único y exclusivo”. Y el Carmeleta rosso es el claro ejemplo del clásico vermú clásico. Más carpano, más italiano y más amargo, pero con una personalidad y esencia muy especial, que lo convierten en una bebida muy gastronómica.
Con todo esto, Noema lo tiene claro: “Carmeleta somos otro rollo, no somos ni mejor ni peor, somos otro rollo”.
Dos proyectos cuyo destino parecía destinado a realizar una armonía que rebosa sabor, historia y tradición valenciana en el que el protagonista es el producto fresco y de cercanía en un enclave maravilloso como es la orilla del mar.
El maridaje comenzó con una super gilda compuesta de boquerón, aceituna, un tomate seco aliñado con un poquito de cebollino y la piparra encurtida. A este plato le acompañó el Carmeleta Orange, en el que destaca el cítrico de la naranja y la piel de mandarina, creando un equilibrio que hace las delicias de nuestro paladar.
El segundo plato fue otra exquisitez, unas patatas bravas vaciadas por el centro con una salsa de tomate natural con alioli, acabadas con un toque de cebollino. A este otro entrante le vino fenomenal el Carmeleta Rosso, un vermú muy carpano, de corte italiano, más tradicional que le complementó a la perfección. Amargo en boca pero con un sabor que se te queda.
Una armonía que hizo a Noema retroceder en el tiempo para reencontrarse con la esencia de su abuela, representar a la perfección el producto valenciano y la esencia de la capital del Túria.
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